La aldea en la que no hay un músico no es lugar donde el hombre pueda permanecer

martes, 8 de septiembre de 2020

Autobiografía


Naranjas, naranjos, moras, siestas, saber disfrutar de los sabores silvestres.
Generosidad cómplice de viejos habitantes ante la curiosidad de los nuevos, que exploran, buscan, tocan, saborean y ríen.
Compañías que buscan descubrir el mundo para tomarlo, para habitarlo y hacerlo carne. Historias encarnadas.
Treparse a lo más alto para mirar desde otros ángulos. Raspándose, enganchándose, tironeando, riendo sincopadamente.
Y luego el miedo frente a la posibilidad de caer.
Bello miedo del desafío.


Texto de mi autoría
Obra de Francisco Goya


sábado, 22 de agosto de 2020

Un día volví

Y un día, luego de 10 años, volví a dar clases con mucha adrenalina, curiosidad, incertidumbre pero a flor de piel las ganas inmensas que una vez más la música pase por mi vida.

La bella ilustración es de Albaricoque